“Pocos animales, mejor que las
aves, saben distribuir su tiempo y gozar de la vida. Ellas desconocen el tedio.
Para esos benjamines de la Naturaleza el día nunca es demasiado largo, ni la
noche demasiado corta. Su extraordinaria movilidad les permite no malgastar la
mitad de su existencia durmiendo y soñando, y el tiempo de que disponen saben
aprovecharlo alegremente”.
Con esta introducción casi lírica
comienza Brehm[1] su
descripción de las aves. En cuento a nosotros, debemos confesar que, si los mamíferos
nos asombran por la diversidad de sus formas, los pájaros llaman nuestra
atención por este don, tanto tiempo misterioso, del vuelo.
El origen de las aves está lleno
de lagunas. Así, a partir de los restos fósiles del Archeopteryx y del
Archeornis, que vivieron durante el Jurásico superior, es preciso dar un salto
de millones de años y llegar al Cretácico superior para encontrar seres que
puedan compararse con los pájaros de hoy.
Hasta comienzos del Terciario no
aparecen aves parecidas a las de nuestros días, por lo menos en cuanto a los
caracteres más fundamentales. Hasta el momento presente, no se ha podido
explicar razonablemente cómo se efectuó el paso de la vida terrestre a la
aérea, es decir cuándo se inició la transición de reptil a ave.
Entre los vertebrados, las aves
ocupan el segundo puesto en cuanto a cantidad de representantes. Viven en todas
las regiones del Globo y están distribuidas en 3000 géneros, alrededor de 9000
especies y más de 25000 subespecies, de las que alrededor de 500 forman la
fauna de nuestras regiones.
Antiguamente estos seres a
quienes la Naturaleza ha conocido el señorío del aire eran mirados con asombro.
Leonardo da Vinci ya los Observó y estudió con el secreto deseo de rivalizar
con ellos, pero han sido los hombres del siglo XXI quienes por fin han llegado
a compartir su medio.
A las Aves puede considerárselas como los vertebrados más específicamente especiales, pues si anatomía y fisiología tienden, sobre todo, a una organización que les permita volar.
[1]
Alfred Edmund Brehm ( 2 de
febrero de 1829, Unterrenthendorf, hoy Renthendorf - 11 de
noviembre de 1884, íbid.) fue un zoólogo y escritor alemán, Gracias a su libro "Brehms Tierleben" su nombre se convirtió en sinónimo de
literatura sobre zoología. Christian
Ludwig Brehm se hizo un renombre como ornitólogo por publicaciones y
una extensa colección de aves embalsamadas, de más de 9.000 especímenes del
mundo de las aves de Europa.