La Amazonia es en primer lugar
hábitat. Es uno de los centros donde existe una diversidad biológica enorme.
Allí se encuentran concentrados genes, especies y ecosistemas. En menos del
cuatro por ciento del área terrestre se encuentra más del veinticinco por
ciento de todas las especies existentes.
El veinte por ciento del agua
dulce del planeta fluye por el Rio Amazonas, y la mitad de las lluvias se
origina espontáneamente por medio de la evaporación que tiene lugar, inmediata
y directamente, en la selva.
Con más de seis mil kilómetros de
largo, el Amazonas es además el río más caudaloso del mundo; sus más de mil
afluentes influencian, todos de diferentes maneras, el carácter del paisaje
acuático y terrestre amazónico. Diez de estos afluentes figuran entre los
veinticinco ríos más caudalosos de la tierra. En las aguas amazónicas vive un
estimado de dos mil especies de peces, lo cual es más que todas las especies de
peces d todos los ríos del mundo juntos. La Amazonia es el archivo central de
la biblioteca de la vida.
Millones de especies animales y
vegetales aún desconocidas desempeñan su
papel en este complejo ecosistema; allí
viven también los últimos pueblos nativos de la tierra, que no saben lo que es
el menor o algún contacto con la civilización.
Se trata de tal diversidad
étnica, que en algunos casos no siquiera se conoce a que grupo lingüístico
pertenecen.
En ningún otro continente del
mundo, en ningún otro rincón de la tierra existe, como aquí, seres humanos que
jamás han tenido contacto alguno con la civilización. Posiblemente, y dentro de
muy poco, también esto forme para siempre parte del pasado.
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